- DISPOSICIÓN
A veces creemos que realmente estamos interesados en tener una buena relación de pareja, pero dentro de nosotros podemos llevar fantasmas, compromisos y miedos que nos impiden ver las posibilidades que se presentan frente a nosotros o tomar actitudes necesarias para alcanzar ese ideal. Los fantasmas y temores pueden ser diversos, desde nuestras propias experiencias en otras relaciones, hasta las relaciones de pareja que observamos a nuestro rededor. Si estamos en una relación diferente a la que decimos querer, algunas veces es porque en el fondo es esa la relación que buscamos o dudamos que la relación ideal sea posible. Por eso es importante revisar nuestro interior, trabajar para sacar fantasmas y destinos auto-impuestos. La disposición significa también, que se tenga un espacio en nuestra vida para aquello que buscamos y apertura para encontrarlo. Si siempre repites la misma relación de pareja, quizá convenga convivir con gente distinta a la que generalmente aceptas en tu vida o iniciar un proceso psicológico de auto-exploración.
- DAR PRIORIDAD A NUESTRO SENTIR ANTES QUE A LA IMAGEN
Un error común a la hora de iniciar una relación de pareja es elegir pensando en lo que se vería bien ante los amigos o la familia, dejando de lado nuestro propio sentir. Sentirnos bien, bien tratados, apreciados, valorados, respetados, no sólo es una característica común del amor, sino que también es uno de los mejores indicadores de que podemos estar iniciando o teniendo una buena relación de pareja.
- TENER MÁS INTERÉS EN AMAR QUE EN EL PODER Y GANAR
Muchas relaciones se distorsionan y empobrecen cuando, en las diferencias, preferimos ganar (tener la razón), antes que llegar a acuerdos. Querer “ganar las discusiones” es la trampa más usual en que caen los que dicen desear una buena relación de pareja, pues terminan deseando más el poder sobre el otro que el amor con el otro. Si bien, las diferencias y las discusiones son parte de cualquier relación humana, saber respetar las diferencias y ser capaz de ceder (lo dignamente posible) para tener acuerdos en común, son requisitos imprescindibles en el amor, más importantes que el deseo del “poder y ganar”.
- TÚ, YO, NOSOTROS
Esta es la parte más importante y complicada del amor. Distinguir y permitir la existencia de un TÚ, un YO y un NOSOTROS, requiere equilibrio y madurez para:
- Ser responsable de uno mismo y hallar felicidad por uno mismo antes que exigirle al otro. Este paso implica también ser capaz de conservar autonomía, seguir creciendo y teniendo aspiraciones y proyectos propios ( YO);
- Permitir, motivar, apoyar y hasta apreciar que el otro tenga espacios para crecer, desarrollarse y sentirse pleno aún fuera de la relación de pareja (TÚ).
- Tener claridad respecto a cuáles son las cosas que no decide sólo uno, sino que se deciden entre dos, aquellas en que no se puede dejar fuera la opinión del otro ni la propia, donde incluso puede NO importar la opinión de nadie más. Si se comparte la vida, es usual que existan proyectos en común. Esto indica el interés y el lugar que el otro tiene en nuestra vida y viceversa, es poder construir un mundo donde cuentan dos (el NOSOTROS).
- TENER ALMA DE APRENDIZ Y DE VALIENTE
Muchas personas añoran aquellos tiempos donde “las parejas eran para siempre”, sin embargo, el amor se beneficia cuando existe la posibilidad de terminar, pues esa condición nos hace esforzarnos, crecer y mejorar nuestra propia persona y trato a los demás. Aún en las mejores condiciones, puede ocurrir que una relación de pareja no pueda continuar. Si amamos, habrá dolor en la ruptura, pero más allá de obsesionarnos con evitar el dolor o mantener una relación insostenible, quizá más bien es momento de “aferrarnos a aprender”, a encontrar “lo que falló”, entender lo que sucedió, en lo que podemos mejorar, aprovechar la enseñanza para aprender a amar. Si de todas formas hay dolor en la pérdida, intenta sacarle el mayor jugo posible y pronto aquel dolor hallará sentido pues se lo darás tú con lo que aprendas y con lo que crezcas. Nadie quiere decirlo, pero debemos saber que, establecer una buena relación de pareja, pocas veces resulta al primer intento, lo común es que se requiera de varias experiencias para aprender a elegir y a amar, por eso es un logro que sólo pueden obtener los valientes y persistentes.
PSC. ANT. Adriana Morfín
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