OTRA MANERA DE VER LA MUERTE

Más allá del punto de vista religioso o filosófico, hay algo que nadie puede negar: LA MUERTE NO ES EL FINAL. Y es que, la vida está hecha de tal forma, que todo es aprovechado para mantenerla, tanto que, en este mundo, hasta la muerte alimenta la vida.

Si observamos lo que está frente a nuestros ojos, resulta que el cuerpo no desaparece ni se desintegra cuando terminan los signos vitales, el propio cuerpo alimenta y se hace parte de nueva vida. En el caso de las personas que tuvieron hijos, sus genes, su sangre, sus facciones están presentes en los que se quedan. El cuerpo de los que hoy vivimos y mañana vivirán, está constituido de información celular de personas que se fueron hace poco y hace miles de años, incluso tenemos información celular que estuvo presente al inicio de la misma vida. Luego, si lo vemos en el sentido moral o social, encontramos que la mayoría de las personas suele dejar una huella presente en los que le siguen. Si, por ejemplo, quien falleció fue una persona que amó, que hizo alguna pequeña o gran diferencia o incluso que logró mantener cosas importantes de la vida, sembró amor, sembró cambio, o fuerza y tantas otras cosas que alimentan la vida de quienes sigan en este mundo. En otras formas, en otras maneras, pero siguen aquí.

Hasta ahora, la ciencia no tiene comprobado que alguien haya muerto y vuelto para contarnos, pero las ciencias (físicas y sociales) si tienen comprobado este ciclo natural, que acabamos de describir. Sabemos que, al menos en el corto periodo de la existencia humana, los que habitaron, habitan y habitarán este mundo trascienden los limites de su propio cuerpo, dejando huella y semilla “en el mundo de los vivos”,  podemos ver entonces que, en otra forma, pero quienes “se fueron” en realidad siguen presentes.

Mirando las muerte desde este ángulo, podemos decir que LA MUERTE NO ES EL FINAL SINO SÓLO TRANSFORMACIÓN. Si en estos momentos estuvieras pasando por la muerte de un ser querido, recuerda que siempre hay alguna forma en que permanece contigo, principalmente cuando haces presente en tu vida el amor, el cariño y las enseñanzas que dejó para ti, incluso podrás observar algo de ellos en tu propio cuerpo.

Dedicado a Esperanza y Olivia, su amor continúa con nosotros e inspira nuestra existencia.

Por: Psic. Ant. Adriana Morfín

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