ESTRATEGIAS PARA FACILITAR LA ESCUELA EN CASA

En esta cuarentena, madres y padres se han visto en la circunstancia de lograr que el niño realice actividades escolares en casa, cosa que no resulta fácil. A continuación, te presentaremos cuatro puntos que te ayudarán a mejorar esa experiencia.  El primero es un aspecto general, el segundo es referente al tiempo, el tercero al lugar y por último a la forma en que, con herramientas pedagógicas básicas, puedes realizar las actividades escolares con menos complicaciones.

 

I. ASPECTO GENERAL: TRABAJANDO EL TERRENO.

Esta es una tarea que sólo puede realizar el adulto y es la más importante porque, de hacerla, lograrás que, en el tercer o quinto año de primaria, tu hijo realice por sí mismo las tareas con poca resistencia y se facilite su aprendizaje. Son cuatro puntos que estarás trabajando en el niño cada que se presente la ocasión y desde su primer día de escuela.

  1. Que el niño pueda comprender PARA QUÉ SIRVE HACER TAREAS Y ACTIVIDADES ESCOLARES. Es tener en mente y concientizar al niño, poco a poco, en los momentos más pertinentes, de que la finalidad de las tares ES EL APRENDIZAJE, es adquirir conocimientos útiles para la vida a los que podrá recurrir para mejorar su existencia, descubrir que los conocimientos escolares son una especie de herencia humana que está recibiendo día a día. En tus propias palabras, cuando se preste la ocasión puedes transmitir y repetirle ese mensaje.

 

  1. FORMACIÓN DE HÁBITOS. La formación del hábito de la tarea inicia desde que va a la escuela, se logra dedicando en casa, todos los días, un momento a realizarla. Si la hora de la tarea tiene un horario fijo es más fácil para el niño seguirlo, si eres constante, cuando menos acuerdes, será el niño quien esté recordando que es momento de tareas. Estamos hablando de generar una disciplina. Recuerda que disciplina significa: el método a seguir para lograr las cosas, incluso los sueños.  Para realizar sus aspiraciones o lograr un objetivo, deberá ser capaz de la disciplina, de generar y mantener algunos hábitos.

 

  1. LA INDEPENDENCIA Y AUTOGESTIÓN. Nos referimos a que el niño logre, en un momento de su vida, realizar sus actividades escolares sin tu ayuda. Obviamente entre más pequeño es, eres más indispensable para que realice sus tareas, pero poco a poco irás reconociendo donde el niño ya no te necesita, cuando puede hacer algo por sí mismo y es el momento de dejarlo hacer solito, reconocerás donde sigue necesitándote y habrá que apoyar, hasta que sea totalmente independiente.

 

  1. TU ESTADO DE ÁNIMO. Esta es la variable más importante, puedes generar un clima de tensión y de ansiedad donde el niño no pueda ni pensar. O generar uno donde el niño perciba tranquilidad para pensar, aplicarse a su tarea y hacer. Así que al sentarte a trabajar con tus hijos sirve mucho que revises cómo estás de ánimo y busques estar en la mejor disposición, listo para ser paciente, para estar tranquilo, para observar y ayudar. Es un niño, está aprendiendo y va a presentar una u otra dificultad, es lo normal, tú debes ser su facilitador, no su obstáculo.

 

II. TIEMPO ¿CUÁNDO ES MEJOR HACER LAS TAREAS?

  1. CUANDO TÚ PUEDAS ESTAR AHÍ. Se complicará si quieres hacer la tarea con el niño al mismo tiempo que haces otras actividades. Tal vez llegue el día en que puedas sólo supervisarlo, pero entre más pequeño sea tu hijo, entre más dificultades de atención tenga, más necesitará de tu concentración y presencia total.
  2. CUANDO SUS NECESIDADES BIOLÓGICAS ESTÉN SATISFECHAS. Si no ha comido, si no le has pedido antes ir al baño, si tiene mucha energía que no ha sacado, será más complicado que se concentre en las tareas. Elige una hora del día en que no tenga hambre, antes de iniciar pídele ir al baño y si lo ves con mucha energía o en general es un niño con mucha energía, pídele antes correr, o préstate a que entre objetivos de tarea vaya a darle dos vueltas al patio y regresar, puede ser como un juego, pero recordándole que la regla es regresar y hacer lo que sigue con dedicación.
  3. RESPETA LOS TIEMPOS DE LA ESCUELA, en la medida de lo posible, trata de que, si el niño iba en la mañana a la escuela, realice sus actividades en la mañana, si iba en la tarde, trabajes con él en la tarde. Es una forma de sólo continuar con un hábito que ya tenía establecido. No olvides recordar al niño que ahora la escuela es en casa, sólo por un tiempo. En una anécdota para este artículo, una amiga me comentaba que tuvo que marcarle a la maestra de su hija, para que la niña supiera que las actividades que hacían las pedía la maestra, que seguían en la escuela, pero desde casa, eso funcionó para ella.
  4. HORARIO FIJO. Si es posible pon un reloj de manecillas marca en el la hora de actividades escolares, y unos minutos antes recuérdale al niño que están por comenzar. Tú mismo se muy puntual a la hora de seguir ese horario. Esto ayuda porque el niño está menos sorprendido, sabe lo que sigue, se va predisponiendo, y es posible que acepte con menos dificultad.
  5. RITMO Y TIEMPO: En el mismo proceso observarás que tu hijo tiene un ritmo propio de trabajo, que no es el tuyo, te sugerimos respetar ese ritmo con tu paciencia y facilitar, ver donde necesita apoyo y dárselo, descubrir qué no comprende y hallar distintas maneras de acercarlo a esa comprensión, no desesperar, su desesperación o la tuya lo puede bloquear.

 

III. LUGAR ¿CUÁL ES EL ESPACIO ADECUADO PARA EL ESTUDIO?

1. TENER UN LUGAR ESPECIAL PARA EL ESTUDIO: Puede ser el mismo comedor de la casa si no tienes otro espacio, siempre y cuando esté despejado, limpio e iluminado.

2. MATERIALES: Antes de iniciar, acerquen los materiales básicos y verifica que estén listos: diccionario, lápices con punta, borradores, plumas, cuadernos, calculadora, los libros de las materias que trabajará y lo que se le haya solicitado para las actividades del día. Si son bastantes, es mejor acercar los materiales según la actividad, para no saturar el espacio. Esto sirve para poder realizar las tareas sin tener que suspenderlas para buscar materiales, pero sobre todo genera un rito de inicio que prepara y dispone al niño a la actividad.

3. CLIMA: Es necesario:

-Que las personas alrededor respeten la hora de tareas y no obstruyan demasiado la concentración del niño, si hay niños jugando serán un distractor, intenta despejar el espacio. – La televisión debe estar apagada.

– Puede haber música, pero sólo música escogida, la que no impida la concentración del niño.

– Si hace calor, tratar de ventilar bien el espacio.

– Y, sobre todo, verifica tu estado de ánimo, si estás listo para la atención, la tranquilidad y la paciencia. Puedes prepararte realizando antes algo relajante, acércate una bebida, respira, despéjate antes.

 

IV.FORMA ¿CÓMO FACILITAR EL APRENDIZAJE? Podemos empezar emprendiendo las siguientes sugerencias:

1. Definir las CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NIÑO para saber si LA SUPERVISIÓN que el niño requiere es: COMPLETA, B. MODERADA, o si puede estar C. SIN SUPERVISIÓN.

  • A). SUPERVISAREMOS COMPLETAMENTE Y CON TODA NUESTRA ATENCIÓN.

-Si el niño es pequeño.

-Si sabemos u observamos que la actividad que sigue requiere habilidades que no ha adquirido.

-Si sabemos que es una materia que le cuesta bastante.

-Si es un niño con poca motivación a las tareas.

-Si es un niño con dificultades para concentrarse en esas actividades.

  • B). SUPERVISAREMOS MODERADAMENTE, OBSERVANDO INTERMITENTEMENTE

-Si sabemos que poco, pero a veces deja la tarea de lado.

-Si está utilizando internet (para cuidar la información a la que está accediendo).

-Si él nos solicita apoyo y nos cercioramos de que la tarea no está a su alcance sin ayuda.

-Si es un niño con motivación moderada a las tareas.

-Puede que niños de 3ero a 5to de primaria sean los que requieran esta supervisión intermitente o moderada.

En estos casos le ayudaremos a comenzar, luego observaremos a cierta distancia y nos haremos presentes intermitentemente para cerciorarnos que está en la actividad, sepa que estamos al pendiente, o veamos si nos necesita.

  • C). SUPERVISIÓN REMOTA, PRACTICAMENTE SIN SUPERVISIÓN

-Adolescentes que ya han adquirido el hábito y gestión de su actividad educativa.

-Adolescentes que saben investigar, saben navegar en internet sin riesgo.

– En algunos casos niños de 5to y 6to de primaria ya son capaces de lo que acabamos de describir.

-Si tu hijo tiene automotivación para el estudio y la actividad escolar.

– SI es un niño mayor y auto motivado al estudio, incluso podrá presentarte su plan: a qué hora hará tareas, en dónde, qué materiales necesitará. Y será capaz de seguir su propio plan. Si es el caso ¡Felicidades! has logrado que asuma por sí mismo la importancia de su educación.

 

NOTA: En este punto es fundamental conocer a tu hijo, su capacidad para gestionar su estudio y las habilidades que tiene. Recuerda que todos somos diferentes y que la inteligencias es de variadas formas.

 

  1. PRESENTAR LA ACTIVIDAD DE MANERA ATRACTIVA. Cada niño requiere distintas cosas para considerar algo atractivo, pero TODOS RESPONDEN BIEN AL JUEGO, a veces necesitarás convertir en juego la actividad. Algunos niños necesitan ver dibujos, otros escuchar una historia, otros combinar la actividad física con las de concentración y quietud de las tareas. Observa los programas educativos infantiles y mira cómo logran atraer la atención de los niños y en especial de tu hijo, eso puede darte ideas. Experimenta distintas maneras y observa a cuáles responde mejor.

3. MANTENERLO EN LA ACTIVIDAD: Cuanto más pequeño, es posible que más tienda a la desatención, si es el caso de tu hijo será necesario que le atraigas a la actividad constantemente, con voz tranquila pero y firme, recordándole lo que están haciendo. Si estás tensionado y actúas autoritario, el niño tenderá a evadir la actividad o trabarse, si eres muy titubeante, inseguro, y blando, se irá por la tangente, escúchate y modula tu manera de comunicar. Haber preparado el tiempo y el lugar, presentarle atractivamente las actividades, serán factores menos de desatención.

4. REFORZAMIENTO POSITIVO. Si el niño aún no ha asumido completamente la importancia de las tareas, necesita hallarles alguna ganancia o atractivo especial y directo, ahí puede servir el reforzamiento positivo.

Te pongo un ejemplo que una amiga me permitió contarte:  Su hijo está en preescolar y es muy renuente a realizar las actividades escolares en casa, pero le encantan las gomitas, debía cortar piezas de un dominó, así que su mamá le dijo que abriría una tiendita de panditas, por cada dominó que el cortara le daría una gomita. De esa manera terminó recortando el dominó.

 

5. RECONOCER LOS LOGROS: Reconocerle lo que va logrando LE HACE EXPERIMENTAR SUS POTENCIALIDADES y experimentar el gusto de haber aprendido, probablemente quiera aprender más. Sí se puede revisar los errores pero como algo natural y tranquilamente, con propósito de aprender. Si tu estilo de enseñanza es sólo ver los granitos negros en el arroz y no los logros, puedes frustrar el proceso de aprendizaje.

6. AYUDAR A LA AUTOGESTIÓN. Entre mayor sea tu hijo y si le has apoyado en las tareas en sus primeros años, estará más listo para buscar sus conocimientos por sí mismo, pero en este propósito sigue sirviendo que tú le animes a investigar cuando algo no sabe, le ayudes a saber cómo se investiga algo si no lo sabe hacer, le enseñes maneras de encontrar lo que está buscando, hasta que él adquiera ese hábito de investigar lo que no sabe.

 

7. ACERCARTE A HERRAMIENTAS: Recuerda que tú mismo tienes herramientas, puedes buscar videos sobre temas que desconozcas, ponérselos, puedes mirarlos tú luego transmitírselos, puedes aprovechar la oportunidad de aprender cosas nuevas y manejar la tecnología.

 

8. AJUSTAR EL OBJETIVO: Te cuento otra anécdota que me compartieron para este artículo: En la primera semana después de la suspensión de clases, una niña ya había terminado las actividades y la mamá estaba pidiéndole a la maestra más actividades, otra mamá mira su lista de actividades y aún estaba en la segunda, a pesar de estar trabajando bastante con su hijo.

 

Los niños son distintos. Unos tienen habilidades para una cosa y otros para otra. Muchas veces te toparás con actividades que tu hijo no puede realizar quizá porque no es su mejor habilidad, o porque no ha adquirido habilidades previas. En el primer caso sirve que le ayudes a no desesperarse e intentar lo que se le dificulta. Si es el caso que no lo puede realizar porque aún no adquiere habilidades previas, recuerda que educar es también ajustar los objetivos al niño, identificar el campo fértil más próximo de aprendizaje y adaptar las actividades a ello. En ese sentido puedes recurrir a actividades para recuperar las lecciones que no aprendido para ponerlo al corriente, o comunicarte con la maestra pare hacerle saber lo que has observado en tu hijo y adaptar las actividades.

Intenta practicar estas sugerencias y descubrir cuán útiles te resultan. Si tu hijo ha sido diagnosticado con alguna necesidad educativa no regular: hiperactividad, déficit de atención etc. Podemos solicitar apoyo de especialistas que nos hablen de tema, o podemos también contactarte con ellas para alguna asesoría a distancia.

Por: Psic. Adriana Morfín y Psic. Martha Noriega

De parte de este equipo te saludamos y estamos para servirte.

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