¿CÓMO HACER QUE MI HIJO APRENDA?

Para responder a esa pregunta, es importante saber primero lo que los padres y adultos entendemos por aprendizaje, porque es común que algunas personas crean que aprender significa sentarse en una banca y recibir información de libros y maestros. Sin embargo el aprendizaje es algo mucho más amplio y “natural” que eso.

 

Podemos decir, simplemente, que el aprendizaje infantil es inevitable y arranca casi desde el primer momento de la existencia. Todo lo que un niño mira, escucha y experimenta es una fuente de conocimiento que abraza e incorpora a su memoria y a su propio comportamiento. Puede ser que esto ocurra porque aprender es uno de los mecanismos de sobrevivencia, no sólo del niño, sino de la misma especie a la que pertenecemos. Por ello, aunque los niños  tienen más apertura para absorber el conocimiento a su rededor, prácticamente a toda edad podemos aprender cosas nuevas.

 

Resulta entonces, que no necesitamos hacer nada para que el niño aprenda, pues él siempre está aprendiendo, todo lo que cae en sus manos es objeto de su curiosidad y de aprendizaje. Las preguntas son qué queremos que aprenda, si lo que aprende es lo que necesita para desarrollarse y vivir plenamente y si los demás colaboramos u obstruimos de alguna forma algunos aprendizajes.

 

A ese respecto podemos decir que los padres facilitan el aprendizaje de sus hijos cuando respetan y fomentan su curiosidad, cuando rodean al niño de un ambiente donde pueda acercarse a esos conocimientos que se quiere que tenga. El aprendizaje se facilita, sobre todo, cuando el adulto es coherente en su propio comportamiento con lo que quiere enseñar, porque el niño, inevitablemente, también aprenderá de los actos de las personas que se encargan de él. El niño  aprenderá sobre las personas y los objetos a su disposición.

 

Por lo anterior, si un padre desea por ejemplo, que su hijo se interese en la lectura, habrá de tener libros cerca del niño, leer también disfrutando la lectura y haciéndosela disfrutable, leyéndole cuentos de manera amena, sembrándole preguntas, escuchándolo con atención cuando quiere compartir algo que ha leído.

 

En resumen, se trata de hacer un ambiente lleno de lo que queremos que el niño aprenda, involucrarnos con su aprendizaje y acompañarlo a descubrir algo nuevo cuando es necesario, haciendo que nuestro comportamiento presente las enseñanzas que queremos, pero sobre todo confiando y dejando crecer la fuerza natural de aprender que nace con el niño; estas son herramientas básicas para colaborar con el aprendizaje y crecimiento de los hijos.

 

Sabemos que existen condiciones diversas, pero también más estrategias para facilitar el aprendizaje de los niños. Si deseas saber más de este tema, sigue nuestras publicaciones bimestrales. Te recomendamos este link para reflexionar https://youtu.be/73IYwaWKjvE

Psic. Adriana Morfín.

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