Esta es una de las disyuntivas navideñas que más problemas causa, es muy común que en estas fechas, antes de decidir a dónde ir o al regreso, la pareja termine discutiendo. En el caso de nuestro país el motivo es que las familias extensas (tíos, hermanos, padres, primos) son sumamente importantes. Decidir cómo, dónde y cómo pasar la Navidad es a menudo un proceso de negociación donde la reunión con las familias de origen está en el centro de las discusiones. Algunas parejas logran resolver bien y para la posteridad esta disyuntiva, pero en otras es el motivo anual de conflicto. A continuación, enumero los principales errores que dificultan el acuerdo.
- Considerar que MI familia son mis padres, hermanos, primos, tíos, abuelos y que la pareja pasa a segundo término en estas festividades.
- Considerar que, si mi familia extensa no es importante para mí, para el otro su familia extensa tampoco debe serlo.
- Considerar que MI familia es más importante que la suya.
- Considerar que la familia importante es la familia de la línea materna, que la de él casi no importa.
- No poner límites a la presión de padres, hermanos, tíos o primos que quieren decidir por la pareja.
- No definir una manera de respeto y consideración mutua sobre el cómo vivir y entender las festividades.
Con lo anterior, quizá pudiste ver que las celebraciones importantes como esta, ponen a prueba la consolidación y capacidades de acuerdo de la pareja, su capacidad para establecer límites respecto al exterior, de conformar un nosotros adecuado donde quepan y sean respetadas las prioridades, necesidades e intereses de ambos. Y no es tarea sencilla, pero seguir los siguientes puntos puede facilitarlo.
- Preguntarnos qué queremos, decirlo claramente y preguntar qué quiere el otro.
- Dar la misma importancia a lo que queremos que a lo que manifiesta querer la pareja.
- Buscar, en pareja, una manera de dar satisfacción a los deseos de uno y de otro.
- Encargarse de poner uno mismo los límites con la familia sanguínea, los límites con la familia política los pone el otro.
- Respetar en lo posible las decisiones del otro con respecto a su familia sanguínea.
- Si es posible iniciar celebraciones propias, donde los tiempos, las normas y las formas se establecen en pareja.
Finalmente recuerda que es Navidad, una fecha de amor, donde poner en orden las prioridades, respetar y considerar al otro, es un mensaje muy oportuno que puede expresar el amor y la relevancia de tu pareja en tu vida.
Si existen problemas más profundos que no pueden resolverse con estas aportaciones, solicita apoyo, contáctanos, tenemos terapeutas capacitados en facilitar la comunicación y resolución de conflictos en la pareja.
Deseándote una feliz y amorosa Navidad:
Lic. Ant. Adriana Morfín