RETOS EN LA MATERNIDAD Y PATERNIDAD DE HOY

 

Cada vez es más común encontrar casos de niños ESTRESADOS, sí, así como lo acaba de leer ¿Recuerda aquel viejo deseo de los adultos de volver a ser niños? Muchos  decían que deseaban  volver a aquellos tiempos porque era una época donde no tenían preocupaciones “y salíamos a jugar a cualquier cosa con los amigos de la cuadra”.

Pero en estas fechas la vida de estrés de los adultos es transmitida a los niños, ya no se les pide o permite hacer actividades por recreación, tanto como por la obligación de competir. El mundo de la competencia por mejores puestos, mejores opciones económicas, incluso demostrar ser mejor que otros, empieza muy pronto, a veces a penas alcanzan a ser bebés un tiempo, cuando ya están sobre ellos las intenciones de “prepararlo” para este mundo de “competitividad” y del supuesto “éxito del tener”. Esto sin hablar del miedo que como sociedad atravesamos y que cada vez permite menos espacios seguros para los niños.

Otro caso recurrente en el consultorio es el de los niños DESCONECTADOS DEL MUNDO, que no pueden atender, no han adquirido la disciplina para dar seguimiento a proyectos infantiles, llámese tareas, ideas de juego, pensamientos, etc. Generalmente hallamos que el motivo es que estos niños no cuentan con la presencia de padres que les inculquen hábitos diarios y disciplina indispensable para la vida, el motivo más común es que la condiciones laborales han hecho que un sólo sueldo no sea suficiente para la subsistencia por lo que poder ejercer la maternidad y la paternidad tranquilamente, con constancia y presencia mínima, parece hoy más un lujo que un derecho. Luego también encontramos padres desmotivados con las actividades de crianza, como si hubieran perdido el sentido e importancia de su actividad parental.

Son momentos difíciles para la infancia por estas amenazas: la competitividad a la que nos hallamos exigidos; el recrudecimiento de las condiciones laborales;  la violencia; y la descalificación sistémica de la crianza. Sin embargo lo niños NO DEJAN DE NECESITAR de la recreación, del juego, y del acompañamiento amoroso de los adultos que les inculquen hábitos y fortaleza para ser, expresarse, convertirse cada vez más en ellos mismos, respetarse, respetar a los demás, a la naturaleza, tener tiempo para sentirse amados y descubrir que son seres también capaces de dar amor. Y todo ello no ocurre por sí mismo, muchas de estas cosas las aportan y administran los adultos a su rededor.

Si observamos atentamente, el mundo que vivimos parece tener muchos adultos que fueron niños sin amor, sin espacios para conocerse, sin oportunidades, que tuvieron que optar por la sobrevivencia aunque el precio y la forma a su disposición fuera la violencia. Hoy más que nunca, dar espacio para que un niño juegue, se conozca, acompañarle y aportarle disciplina y formas respetuosas de lograr sus objetivos, lograr para ellos espacios dignos, de amor, de respeto y de crecimiento, no sólo son la responsabilidad antiquísima de los adultos, se han vuelto un reto, y hasta una forma de revolución “pacífica”, pero contundente para generar un futuro mejor para uno mismo, nuestros seres queridos y el mundo.

Hoy te invitamos a que recuerdes que la crianza de los hijos, el amor, el esfuerzo que pones en ello, no es una actividad “sencilla” que cualquiera realiza, es una actividad poderosa que tiene el don de construir una realidad distinta, no sólo para tu familia, si no para todos. Así que la próxima vez que aún cansado, saques tus últimas energías para jugar con tu hijo, revisarle la tarea, abrazarlo con gusto, recuerda que esa es quizá la actividad más trascendente e importante, que incluso tiene más poder y ganancia para todos que las horas dedicadas al trabajo o al consumo.

En este 2019 te invitamos a repensar en tu rol como Padre, a profundizar en su valor y servirte de los medios a tu disposición para hacer de este lo mejor posible. Quizá con actividades sencillas como darte tiempo para el juego, seguimiento de responsabilidades y hábitos, puedes aportar mucho para que tus hijos tengan un mejor año.  A final de cuentas ese deseo de ser mejor para nuestros hijos es quizá uno de los factores que más ha enriquecido el desarrollo humano.

A los padres y madres agradecemos las actividades cotidianas de amor y educación que día a día mejoran nuestro mundo.

Si se te presentan algunas dificultades significativas, recuerda que en Vida Psicología podemos asesorarte o puedes iniciar procesos para mejorar tu vivencia y actuación de la maternidad/paternidad.

Psc. Ant. Adriana Morfín.

 

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